¿Qué es el “10-year yield” y por qué afecta tu tasa de interés hipotecaria?
- Redacción DOMUS
- Nov 7, 2024
- 4 min read
Updated: Nov 9, 2024

Para muchos es paradójico pero el “10-year yield”, aún siendo el reflejo de una economía en crecimiento, puede elevar los costos de financiamiento con implicaciones para compradores de vivienda e inversionistas mediante la tasa de interés hipotecaria.
El “10-year Treasury yield” o rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años es el interés que el gobierno de EE. UU. paga a los inversores que compran sus bonos con vencimiento a 10 años.
Pero su impacto va mucho más allá.
🔹 Indicador clave de la economía
El rendimiento de estos bonos refleja las expectativas de los inversores sobre la inflación, el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Cuando el “US10Y” sube, suele indicar que el mercado espera un crecimiento económico sólido e inflación más alta.
🔹 ¿Cómo afecta las tasas hipotecarias?
Los bancos y prestamistas hipotecarios usan el “10-year yield” como referencia para fijar las tasas de interés de las hipotecas a 30 años, porque los movimientos en este bono son un indicador confiable de las expectativas a largo plazo de la economía. Cuando el rendimiento sube, también tienden a subir las tasas de los préstamos hipotecarios y viceversa.
🔹 ¿Por qué te importa a ti?
Un “10-year yield” alto significa que podrías terminar pagando más intereses en tu préstamo hipotecario. Por eso, muchos compradores e inversores de bienes raíces están atentos a este indicador para decidir cuándo es el mejor momento para financiar o cambiar de hipoteca.

¿Desde cuándo se usa el “10-year yield” para fijar las tasas hipotecarias y por qué?
El “10-year Treasury yield” se convirtió en una referencia para las tasas hipotecarias en EE. UU. en la década de 1970, cuando los mercados financieros y las instituciones bancarias comenzaron a vincular las tasas de interés a indicadores del mercado. Este cambio reflejaba un enfoque más sofisticado para predecir y gestionar los riesgos de los préstamos a largo plazo.
🔹 ¿Por qué este bono en específico?
Los bonos del Tesoro a 10 años se consideran estables y seguros, y su rendimiento suele alinearse con las expectativas de inflación y crecimiento económico. Como las hipotecas suelen durar entre 15 y 30 años, el “10-year yield” proporciona un marco confiable para prever las tasas a largo plazo.
🔹 Riesgo e inflación
Los bancos prefieren un índice que les permita ajustar las tasas de los préstamos en función del entorno económico. Al observar el “10-year yield”, los prestamistas pueden estimar cuánto riesgo están tomando y ajustar las tasas hipotecarias para protegerse contra posibles cambios en la economía, especialmente la inflación.
El “10-year yield” sigue siendo esencial porque es un termómetro de largo plazo que ayuda a los prestamistas a ofrecer tasas competitivas mientras gestionan los riesgos económicos. Entender su historia y su función es clave para aprovechar las oportunidades en el mercado inmobiliario.

¿Han seguido fielmente las tasas hipotecarias al “10-year yield” en los últimos 20 años?
La respuesta es: casi siempre, pero con excepciones importantes. A lo largo de las últimas dos décadas, las tasas hipotecarias han seguido en general la tendencia del “10-year yield”, pero con algunas desviaciones notables.
🔹 Tendencias similares, pero no idénticas
En la mayoría de los casos, cuando el rendimiento del bono a 10 años sube, las tasas hipotecarias también tienden a aumentar y viceversa. Sin embargo, esta relación no es perfecta, ya que otros factores, como la política monetaria de la Reserva Federal y la demanda de hipotecas, también influyen en las tasas.
🔹 Ejemplos de desviaciones
Durante la Gran Recesión de 2008 y la crisis del COVID-19 en 2020, la Reserva Federal intervino agresivamente, recortando las tasas de interés y comprando bonos para estabilizar la economía. Esto causó que las tasas hipotecarias bajaran, incluso cuando el “10-year yield” fluctuaba. Estas intervenciones mostraron que, en tiempos de crisis, las tasas hipotecarias pueden desconectarse temporalmente del “10-year yield”.
Se trata de un indicador clave para las tasas hipotecarias, pero factores externos pueden generar divergencias temporales. Aun así, sigue siendo una referencia fundamental para anticipar movimientos en el costo de los préstamos hipotecarios.
¿Es una economía estable mala para tener bajas tasas hipotecarias?
La respuesta es depende, pero, en términos generales, una economía estable puede llevar a tasas hipotecarias más altas, aunque no siempre.
🔹 ¿Por qué la estabilidad económica influye?
En una economía estable y en crecimiento, suele haber más demanda de crédito, mayor inversión y, en muchos casos, presiones inflacionarias. Esto lleva a los inversores a exigir mayores rendimientos, lo que eleva el “10-year yield” y, por lo tanto, las tasas hipotecarias.
🔹 ¿Estabilidad significa siempre tasas altas?
No necesariamente. Una economía estable con baja inflación puede mantener las tasas hipotecarias moderadas. Sin embargo, una economía en rápido crecimiento suele generar tasas más altas, ya que los bancos buscan protegerse contra el riesgo de inflación futura.
🔹 Excepciones en tiempos de intervención
En tiempos de estabilidad moderada, si la Reserva Federal decide mantener políticas monetarias expansivas, podría mantener las tasas hipotecarias más bajas de lo esperado. Esto sucedió en la década de 2010, cuando, a pesar de la recuperación económica, la Fed mantuvo tasas bajas para estimular el crecimiento.
En general, una economía estable puede presionar al alza las tasas hipotecarias, pero factores como la inflación y la política monetaria son determinantes. La clave es entender que la estabilidad económica suele traer crecimiento, lo cual puede traducirse en tasas hipotecarias menos favorables para quienes buscan financiamiento a bajo costo.
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